120 días viendo el sol
Por Matías Quiroga
La primera vez que vi a Kuroh en vivo fue en un Hysteria Colectiva. Lo saludé cuando se bajó del escenario, antes o después de que cantara Akriila. Le dije que me gustó mucho lo que cantó y que lo tenía todo, aunque no sabía muy bien qué significaba en ese momento.
Kuroh se demora en llegar a la entrevista: está cuidando a su perro, enorme, que no se puede quedar solo en el departamento. Cuando llega me muestra una foto de Skrapy, se acomoda y dice estar listo. Le explicamos el formato de la entrevista: sin mucha pauta. Optamos por una conversación y que los temas aparezcan.
Responde con honestidad y sencillez cada pregunta. Nos acompañan Joan Joao y Franco Buccioni.
Gorro Ed Hardy, pelo largo y crespo, bigote, un montón de tatuajes y una cruz que cuelga del cuello. Aunque sus inicios en la música se encuentran en Estados Unidos, ha desarrollado gran parte de su carrera en Chile.
Vicente Alfonso, Kuroh, es una voz única en la escena de la música urbana chilena. A sus 23 años, dice que lo que ha logrado no es ni la mitad de lo que se propone. “Lo que estamos viviendo es algo nuevo para nosotros”, asegura.
Pese a lo que podría advertir su voz, es de fácil llegada.
Tienes un sonido bastante definido, ¿de qué se trata lo que haces hoy como Kuroh?
Creo que tengo cualidades únicas. Yo hago una hueá que yo sé que no la hace nadie más, porque nunca quise montar una ola ni que me llevara la marea. Siempre quise hacer mis hueás. No sé si crear algo de cero, pero impulsar a otra gente, que de repente no había escuchado lo que yo estaba haciendo, para mí era una motivación mucho mayor. Nunca dije “mira, está sonando esto, voy pa' lla”, o “esto puede funcionar”, siempre tuve una corazonada: esta hueá me gusta y está raro y está distinto… hagámoslo bien y hagámoslo digerible para la gente, pero sin una gran búsqueda detrás.
Ocupar un espacio que nadie está ocupando…
No me siento un creador. Solamente encontré algo. El bounce es una hueá que no sé si existe como género determinado. Es algo que yo vi en el colegio: vi a los negros improvisando, hermano, pegándole a las mesas y dije “¿qué es esta hueá? ¿por qué estos hueones rapean así?”. No me cabía en la cabeza. No entendía por qué ni cómo lo podían hacer ver tan simple.
En ese tiempo estaba escuchando mucha música ambiente. Los beats de ese tiempo, 2018/2019, eran muy histriónicos, mucho hi hat y mucho ruido y demasiadas cosas. Y de repente descubrí a estos hueones que estaban haciendo algo con un bombo y un clap y era supersimple, fácil de digerir, fácil de entender, limpio. No era algo tan complejo a nivel musical.
¿Y qué pensaste?
Yo dije “ya, esta hueá nos sirve, por aquí nos tenemos que ir”.
Los primeros que engancharon fueron el Pickup y el Santos. Yo en ese tiempo vivía en Estados Unidos y hablábamos solo por internet. Horas, hermano, haciendo música por llamada. Doblaba el micrófono de los audífonos del iPhone y los metía dentro de los cascos, entonces todo lo que escuchaba por la interfaz, por el PC, se escuchaba directo en el micrófono y me podían escuchar con tune. En ese tiempo no sabía usar Discord ni nada como para entregar sonido limpio, así que esa era la forma. Y maqueteábamos todo el día compañero, todo el día. Cinco o seis canciones diarias con el Santos y el Pickup, que en ese tiempo tenían quince y trece. Yo tenía dieciséis.
¿Cómo se va depurando ese proceso?
Después el Santos me enseñó a ocupar un programa que se llama Reaper. Yo no tenía idea, pero rescaté las hueás pa' grabar y se dio al toque. El punto máximo fue en pandemia. Brígido. Tenía muchas horas libres: estaba en mi último año de colegio y me tocó hacerlo online.
Yo siempre digo lo mismo, y no sé si salga en esta entrevista: los gringos son hueones, son más lentos. El colegio pa' mí era un chiste. Iba a clases, hacía mis hueás volvía a la casa y tenía todo el día libre. Hacía música y un poco de deporte. Estaba todo el día en eso. Todo el día en el computador. Era enfermo, mi mamá se volvía loca. En cuarto empecé a salir como a la una. Me borré el primer y el último período, para entrar tarde y salir temprano. Me quemaba cuático, cinco canciones diarias, abusando brígido.
¿Qué hacías con esa música?
Mucha música la dejé ahí. No puedo decir que la perdí porque para mí siempre fue práctica. Todo era entrenamiento. Mi mamá dice que estuve como 120 días viendo el sol. Llegaba del trabajo a las cinco o seis de la mañana y yo todavía despierto: “¡anda a acostarte, no podí' grabar todo el día!” y teníamos esa lucha constante. Un día me dijo “¿te dai' cuenta? Llevai' ciento y tanto días…”. Y le dije “pero mira lo que hice”.
Había terminado mi primer disco: Over now. Eran las primeras seis canciones que me gustaban tanto que las junté y las saqué. Era chico, tenía diecisiete.
En ese tiempo usabas un moño pa’ rriba
Ja, ja, ja. Sí po'. Unos meses antes de que salieran los videos del disco.
¿Qué cantabas?
Lo que quería ser. Mis líneas siempre han apuntado a eso. Estaba muy rayado con el tema de conectarme con las cosas que quería y hacer bien el paso entre lo que pensaba, lo que quería y lo que iba a lograr. Para eso utilicé mis horas de sueño y el poder de mi palabra. Era muy de manifestar.
Hubo un tiempo en que tenía un círculo rojo… ¿tení un papel? Me estoy yendo en la volá brígida. En la ventana de mi pieza tenía un papel con un círculo rojo. Me sentaba mínimo una hora diaria y me decía “yo estoy del otro lado”. Me convencía, porque estábamos en pandemia y yo quería estar afuera. Hasta que se me dio y logré desbloquear el punto donde decía “estoy del otro lado”. Así me di cuenta de que podía atraer las cosas que quería.
¿Y qué es lo que más querías?
Que mi música sonara fuerte, hermano, fuerte, fuerte, fuerte, fuerte. De hecho lo digo en un tema “quiero pegarme no ser millonario”. “Se va el sol”. Creo que fue lo primero que me pasó: mi música explotó antes de que me llegara plata.
Al día de hoy estoy tratando de volver a mis raíces, a cuando empecé a crear, para buscar otros resultados, quizás en el mismo tiempo que me demoré, tres años, pero ver otra cosa, porque sé que mi cerebro me permite eso. Esa es mi manera de lidiar con la música.
¿Ese primer disco te lleva a trabajar de una manera más definida?
De ahí rescaté los primeros temas que dije “esto es un bounce”: “Pantera” y “Over now”. De ahí pa' delante empezaron a salir temas así. Me acuerdo de “Window Shopping” de FRVRFRIDAY con Lil Baby. Después salió “BabyMama” de Luar La L.
Estos hueones estaban haciendo club bangers, así como R&B del 2000 y estaban rapeando hueás ultracochinas y ultraflaites y sonaban fresco, sonaban millonarios. Estaban haciendo los me'os pedazos de video… Yo estaba haciendo un sonido parecido, pero me limitaba a que era “trapero”: que teníamos que hacer esto, que esta era la estética, pero siempre quise mezclar las pocas cosas que conocía.
A propósito del género y sus limitaciones, el lenguaje y la jerga de estos club bangers jugaba mucho con el reggaetón. Bouncy Boys Band lo trae por medio del “picanteo”. ¿Cómo aparece eso y cómo les permite desmarcarse del género?
Uno termina cediendo. En ese tiempo sacaba temas rapeados. Hablaba hueás un poco más densas, con mucha barra, punchline y fronteo. Pero si eso estaba funcionando, si bellaqueo full con la letra y el sonido va a funcionar aún más, pensaba. Después el Pick-up empezó con la idea de samplear más pop y empezamos de a poco. Sampleamos mucho, curando un poco antes de hacerlo, desde que hacíamos cinco canciones diarias hasta que empezamos a hacer menos. Probamos y llegamos a la solución. Teníamos una fórmula, pero no la queríamos repetir. “Scl” por ejemplo funcionó muy bien, pero no la quemamos.
En este “desmarcarse” hay una transición entre el probar/cosechar y el consolidarse/recoger los frutos. Por esto, creo que hay mucha identificación por parte de la gente con sus letras. En Chile tenemos mucha influencia y referencias del reggaetón desde hace tiempo y por eso, por ejemplo, Cris MJ es “el más que suena”. Ustedes desde su vereda están haciendo algo igual de interesante, pero toman más riesgos a nivel de letra y música
Cris MJ es un buen ejemplo. Ha hecho reggaetón mucho tiempo, pero ahora que está ultrapegao' te sale con temas como “QUICKIE”, que es un bounce, un club banger, que creo que es la manera correcta de decirlo. Como lo que hacía Tyga, o “High School” de Nicki Minaj y Lil Wayne. El sonido que tiene es todo lo que te da esa sensación de que estái' en una fiestita, todo cool… Esa es la energía. El balance entre sonar así y hablar las hueás que cantamos es algo que buscamos y encontramos gracias a Bouncy Boys Band (BBB). Gracias a juntarnos tanto con el Santos, que apareciera el Maller y abrirnos a hacer otras cosas. Después, la llegada del Ober marca el momento en el que nos liberamos: el Mati canta, canta de verdad. Yo logro cantar, pero este hueón es un cantante neto po’ hermano. El Santos también es cantante en el sentido de que escribe una frase y le da una melodía. Eso fue algo que me hizo entender lo que se podía mezclar: armar BBB como un proyecto aparte y aprovechar aquí todos los ensayos y errores.
Mantenemos la libertad de hacer nuestras cosas. De repente estamos todos en Bouncy haciendo algo que tenemos, pero el Mati está en su casa haciendo un afro, o un tema ultratriste. O el Santos está haciendo un reggaetón, música mucho más digerible. Yo lo escucho y digo “¿cómo este hueón es capaz de hacer esto y esto otro a la vez?”. Y yo en mi esquina haciendo mucho trap, mucho sonido americano, que es lo que he querido hacer siempre.
El hecho de haber hecho esto con BBB me da la libertad de seguir en mi kikeo. En lo que escucho pa' fumar, o cuando voy arriba del auto. A todo esto, ¿se puede fumar acá?
Acá no, pero en el taller sí
No worries.
Pausa breve
Seguimos entonces
Sí, lo estoy pasando de pana.
Estuviste con el “JC” en La Junta hace poco. ¿También la pasaste bien?
Pulento. Me cayó muy bien, nos recibió muy bien. Es una estupidez, pero uno tiende a pensar “este brother es de aquí…como que debe ser una volá más o menos…” pero todo lo contrario. Lo miraba y decía “es un pulento, me cae de pana”. Cagaos' de risa todo el rato. Me hizo sentir en confianza. Es su trabajo y lo hace muy bien.
¿Te acuerdas de algo?
Hablamos caleta… me huevió poquito.
Se destapó mucho del cariño que tenemos por nuestras madres. Es algo que recalcó mucho en la entrevista. No sé por qué. Por las situaciones que estamos pasando cada uno yo creo. El Mati está pasando una etapa muy brígida con su mami. Yo tengo a mi mamá muy lejos. El Santos está lejos de casa. Estamos todos muy lejos de casa. Fue algo de lo que hablamos mucho. Nuestros regalos fueron puras fotos de nuestras mamás. Cuando cobrábamos cien lucas por show, andábamos hustling brígido, el Santos tenía un fondo de pantalla de su mamá joven, muy joven en el celular, y se la regalaron en una polera. A mí me regalaron una foto con mi mamá abrazados, al Mati igual una foto con su mamá. Estuvo bello. Quisieron demostrar que no somos malos, solamente estamos buscándola. Supieron hacerlo bien.
Además hicieron un juego de mesa de BBB. No lo podía creer: 37 casillas, compañero. Casilla 1: La sede. Casilla 37: El templo. La hueá estaba basada en el último disco de BBB, el 3. Le dieron todo su corte.
A propósito de lo que hablábamos de la identificación, esta fibra más humana también los ha ayudado a posicionarse, o a llegar a gente que antes no los conocía
Algo que no hablé recién de las letras es que cada vez generamos un balance mejor en cada cosa, desde los ritmos hasta las letras. Nunca es un extremo. El Santos dice “la calle está mala, te pasa' y te muere'”, como que te cuida pero te hace daño. Te tira una muy seria, una muy triste, una muy flaite y una muy picá' a chora, muy ganadora: “esta puta me ama / ella quiere enamorarme / yo no pue'o engancharme / primero tengo que instalarme”, te habla que no está ni ahí, te da la razón, es un juego catchy, porque a la gente siempre le llama la atención lo soez y lo vulgar, pero es un hueón que no ha perdido el objetivo.
En ese mismo tema (“D.N.A”) yo digo: “de los tiempos de la vuelta no me acuerdo de na' / mi hermanito a la vuelta no decía na' / no tenía esta pensá', no fumaba na' / ahora me piden fotos en el mall, 'e una fuma'”. Muy relatando y tratando de dejar en claro que lo que estamos viviendo es algo nuevo para nosotros, y algo que le puede pasar a cualquier persona. Verlo desde un punto de vista más humano, no desde el ego trip, que hemos ido perdiendo. O suavizando, mezclando, no perdiendo.
“Que se entienda que no somos malos / somos niños sin estudios con estudios de tres palos”: “Hazte rico” tiene 94.147 visualizaciones en YouTube
“Hazte rico”… Ese tema lo hicimos cuando vivíamos juntos (con Santos) en un depa en San Joaquín. Estábamos muy tristes. Tan tristes, tan dañados, como si fuéramos nosotros contra el mundo. Dijimos “¿sabí qué? saquemos esta hueá” y nos sentamos en la cama a fumar phillie a escuchar el tema y a ver nuestra galería de fotos. Poníamos una, otra, un video y el Santos hizo un video en CapCut. Le dije “súbelo a YouTube va quedar de maldito, a la gente le va a encantar”. Lo hemos cantado solo una vez, en el Metrónomo, y creo que es una de las hueás más lindas que he vivido.
Algo que agradezco mucho de la música, hermano, es poder pararme al frente de mucha gente y saber que sienten algo que yo escribí en un momento crudo, o sentado en mi casa, o viajando en auto o en avión a algún lado, que las personas sientan esa hueá en ese momento y me lo griten, a viva voz. Ese día, cuando cantamos ese tema… mira ahora que te estoy contando estoy muy erizado, tengo la piel de gallina, pero en ese momento…lo sentí muy brígido y la gente también.
Saber que la gente lo está disfrutando al igual que nosotros es algo impagable compañero. Una hueá que haría una y mil veces más. Por eso creo que es tan importante crear, como decías tú, tomar riesgos, probar, ensayo y error. Ahora estamos recogiendo esos frutos. La vida nos está regalando eso. Pero al mismo tiempo no hemos terminado de crear. Siento que es un poco apresurado.
¿Apresurado?
Mucha gente piensa que nuestra carrera ha sido… no sé si lento es la palabra, pero yo no me pegué de un día para otro. Ninguno de nosotros se ha pegado de un día pa' otro. Si tú me preguntas a mí, yo no me siento en la cúspide de nada. Estoy recién viendo frutos, y lo disfruto todavía.
Hemos avanzado mucho pero no me siento cerca ni de mi 50%. Estoy yendo a por todo, todavía. Es algo que ojalá pueda mantener siempre. Se pierde mucho eso cuando los hueones se pegan al toque, el hambre; dejan de tener esa incertidumbre de preguntarse “¿tendré que seguir probando otras cosas?”. Dicen “ya, esto me funcionó” y se tiran por ahí. Nosotros siempre estamos en la búsqueda.
Eso se relaciona con la recepción en tu público. Saben que ha sido un proceso largo
Eso es muy destacable. Llevo como cinco días en los que me siento como cuando dropeamos el último disco. Pienso “esta hueá viene entera pesote”. Antes de ayer estaba en mi casa y me llama el Weapon y me dice: “oye necesito una voz grave, urgente, tengo que grabar con LIMITLEZZ”. Un dj de shatta, una hueá ultra pegada en Europa e hicimos el medio tema culiao, algo que nunca había hecho en mi vida, ultracomercial, la rompe en la disco. Estos hueones están haciendo una gira mundial de Dubái hasta acá…
Meo' corte cabros.
Selección musical
“Window Shopping” - FRVRFRIDAY ft. Lil Baby
“BabyMama” - Joyce Santana, Luar La L
“High School” - Nicki Minaj ft. Lil Wayne
“Scl”- Kuroh
“CYBBBERIA3 - Bouncy Boys Band
“D.N.A” - Bouncy Boys Band
“Hazte rico” - Saint Cattiveria
Pintura de Joan Joao